lunes, junio 28, 2010

Mundial de fútbol, mundial de carros y rectificación


-Emma, ni se te ocurra hacerme un foto que me muero de la vergüenza... -suplicó Esther mientras arrastraba el carrito de la compra- ¡Qué imagen estoy dando!, ¡cómo me encuentre con alguien conocido!...
Mis risas se escuchaban por toda la piscina. Los niños saltaban en bomba, nadaban y disfrutaban del cumpleaños de Rubén y Antonio. Las madres portaban la intendencia en carritos de la compra que arrastraban por todo el césped. Desde las toallas, la gente observaba el espectáculo.
-¡Quieres dejar de hacer fotos!, ¡como publiques una en tu blog dejo de ser tu amiga!... ¡Qué escándalo!
-Venga, Esther, no sufras tanto... Si te parece quedamos mañana a ver el partido de España, que eso sí que es sufrir...
-Vale, no me parece mala idea. ¡Pero deja de sacar fotos!
-Te juro que solo saldrá el protagonista: el carrito.
-Mira que eres graciosilla...



El viernes brinqué de la cama para  reservar mesa en un restaurante con pantalla gigante.
-Ay, será mejor que llame a la hora de la comida, que no sé si se pueden hacer ahora reservas -me dijo un empleado con cara y cuerpo de pocas luces.
Por la tarde saltaron las alarmas: ¡ya estaba todo reservado, no tenían sitio en el local!
-Alonso, no me voy a estresar, vamos a ver todos el partido en casa. Voy a llamar a Ángeles, Yolanda, Esther... y les informo.
-Pero...
-Sí, ya lo sé, no tenemos de nada, pero en cuanto salga del periódico lo apaño.
-Pero...
-Ya, ya, nos falta el cable de antena para sacar la tele al jardín... Tú tranquilo, que voy yo a la ferretería. ¿Te parece buen plan?
-Bueno, pero...
-Sí, luego hablamos, que no me da tiempo.

18:30 (dos horas antes)
Salgo del periódico como Speedy Gonzales rumbo a la ferretería.
-Hola, necesito un cable de antena para la televisión.
-¿De cuántos metros? El máximo que tengo es de dos y medio.
-Huy, pues yo necesito veinte metros, que es para sacar la tele al jardín, que en breve va a venir todo el mundo a casa y no tengo nada...
-Puedes adquirir el cable y las clavijas y montarlo.
-Vale -es el momento de actuar o me pilla el toro, pensé con maldad femenina mientras mi amable ferretero contaba los veinte metros de cable-. Ay, perdona, como voy tan mal de tiempo no te importaría ayudarme a poner las clavijas... Es que soy tan manazas y el partido empieza en breve...
-Bueno, nunca lo hago, pero como no hay más clientela, te lo montaré yo...
Antes de decir que seguro que iba a ganar España y que todo sería gracias a él, el cable de antena ya estaba "finiquitado".

19:00 (hora y media antes)
Feliz corrí con mi bolsa al coche, arranqué y antes de llegar a casa pegué un frenazo, metí la marcha atrás, paré y observé una mesa que acababan de dejar en la acera.
"Nena, esa mesa es la perfecta para poner la tele en el jardín", me dije a mí misma.
"Sí, es perfecta", me contesté con educación.
Freno de mano, apertura de maletero y como las gitanas arramplé con la mesa.
De pronto mi casa se convirtió en "El camarote de los hermanos Marx": la mesa no cabía por la puerta del jardín, desmontamos las ventanas de la cocina, sacamos la mesa, montamos las ventanas, bajamos a por la tele de 28 pulgadas y la subimos a pulso entre Liset y yo, los niños decoraron la mesa con banderas de España, conectamos el cable de antena a la toma del cuarto de estar y lo sacamos por la pequeña ventana del lavadero, ubicamos quince sillas en el jardín simulando un cine de verano, descendimos las mesas para la comida y la bebida; antes de que llegara Alonso preparé una ensalada de pimientos, otra de garbanzos, arroz y alitas de pollo barbacoa para los niños...

19:35 (cincuenta y cinco minutos antes)
Llega Alonso y parto a Supercor a comprar tortillas, empanada, cervezas, patatas, ganchitos... Cargo el maletero, salgo del parking y siento como una taquicardia me aprisiona el corazón. ¡¡¡Llueve!!!, ¡¡¡diluvia!!!... Ay, mi tele, mis sillas, ¡¡¡mis invitados!!!

20:15 (quince minutos antes)
De nuevo mi casa es "El camarote de los hermanos Marx". Alonso ha salvado la tele, Diego sube las sillas, Álvaro las seca... Sin saber cómo colocamos todo en la terraza protegida por el toldo. Suena la puerta, entran los invitados. De fondo, llueve. Nos acoplamos. El árbitro pita. Empieza el partido, la histeria, España-Chile. Villa, maravilla con sus dos goles. España gana, la emoción se desata. La comida vuela. La bebida (vino, cervezas y copas) se evapora. Los gritos de los niños se multiplican. La noche se alarga hasta las dos de la mañana entre risas, bailes infantiles y mucho hablar... Y al día siguiente, a trabajar.


PD. Podría escudarme en el dicho "rectificar es de sabios". Pero si algo sé es que no soy sabia y que la filosofía zen no va con mi carácter. Así que aquí estoy para dar la lata con mis neurosis e historias... Por si alguien le interesan.
Mil gracias por los ánimos (¡nunca vienen mal!) a Luis, Cristina Q. y Cristina A.
Por ahora, continuo...

domingo, junio 27, 2010

Posible final

El 21 de marzo de 2006 inicié mi andadura por la blogosfera. Todo empezó como un guiño, una sonrisa en la red, una forma de desvelar mi vida junto a mi familia, mis amigos y mis animales. Sin darme cuenta me enganché. Abandoné mis diarios escritos y los transformé en  públicos, a la vista de quien quisiera leerlos. A lo largo de este tiempo he relatado casi todos mis estados anímicos, he intentado ser sincera y siempre he mantenido una postura de respeto y no agresión a las personas que protagonizaban mis historias o a las que sabía que lo leían (salvo a mi Alonso, que es un pedazo de pan y ha aguantado con estoicismo mis puñaladas de amor). He callado algunas historias, he omitido dolores y he dulcificado los fracasos. Mi intención siempre ha sido despertar una sonrisa, un instante de alegría o de calma.
Hoy me siento dolida, la presión me ha obligado a autocensurarme y así no me gusta escribir. Tengo que replantearme el blog y entender el proverbio árabe "eres dueño de tus silencios y esclavo de tus palabras".

lunes, junio 21, 2010

Peñafiel 2010. Reunión de amigos

 

Hay fines de semana que cultivan el intelecto y te hacen volver a casa con más sabiduría, si cabe. Por ejemplo, ahora sé que cuando un intruso de gran tamaño (un ratón) invade una colmena las abejas lo aniquilan y lo momifican con propoleo para que no contamine su habitáculo; que si  una abeja ataca debemos protegernos los ojos, la parte más sensible de todos los animales; que los afectados con condritis esternal, inflamación del cartílago, tienen un chat para hablar de sus dolencias; que las barricas de vino se desinfectan con azufre (de ahí que en las etiquetas se indique que la bebida posee sulfitos); que la combinación de queso y miel es una delicia; que hay gente muy equilibrada gracias a unas pulseras y que el origen de la expresión "estar en babia" proviene de la época en que los reyes de León pasaban largas temporadas en Babia y al preguntar sus fieles súbditos por ellos les contestaban "están en Babia". Por supuesto he descubierto que los coches tienen termómetros que indican la temperatura del agua y del aceite, que no todo el mundo puede poner los calzos a un avión y, ¡cómo no!, que hay cada "perlita" por el mundo... ¡Incluso que hay niñas de cinco años capaces de desiquilibrar a hombres de 1,90 de altura! o que hay personas que "cuando hablan, callan"... Cientos de anécdotas repartidas a lo largo de un fantástico fin de semana en Peñafiel con los amigos del colegio, sus parejas, las descendencias y cientos de vivencias marcadas en el corazón.
Este año el punto de encuentro de la tradicional "quedada de amigos" ha sido Mélida, pequeño pueblo a escasos kilómetros de Peñafiel, y sus tres casas rurales para que los 28 tuviésemos cabida.



 Viernes

A las doce llegamos a Peñafiel tras la actuación infantil en el colegio. Besos a todos, maletas a la habitación, un poco de cena, unas copas y a dormir.
Álvaro saltó de su cama a la una de la mañana. Sin llamar entró en la habitación de Marta y Antonio, les fulminó con la mirada y les regañó.
-Por favor, ¿podéis hacer callar a la bebé?... ¡Así no hay quien duerma!
-Eso intentamos, Álvaro, eso intentamos... -Se justificó Antonio mientras mecía a Daniela.



 Sábado

Unos cuantos -Pepo, Chema, David y María- osaron levantarse e ir a jugar al golf a las siete de la mañana. El resto preparamos a los niños y partimos al Molino, museo de harina y miel, para aprender de la mano de Óscar los secretos de las abejas y el trigo. Después, una cata de productos de la zona: miel, vino y queso nos abrió el apetito y acudimos al restaurante que teníamos reservado en Peñafiel a degustar un sabroso cordero.
La tarde se esfumó entre los pasillos repletos de barricas de vino de las bodegas  "Protos".  Catamos un verdejo con sabor fuerte (¿o suave? Ay, Leticia que no me acuerdo) y un Protos Reserva 2006 al que se otorgó la medalla de oro. Por la noche, los niños se acurrucaron para ver una película y los mayores reímos y reímos con nuestras anécdotas, historias y ocurrencias. Una sesión de risoterapia perfecta para el ánimo y el cuerpo.



 Domingo  

Visita cultural al castillo de Peñafiel y a la plaza del Coso, aperitivo en la plaza del Ayuntamiento... Y poco a poco cada mochuelo empezó a volver a su olivo. Algunos comimos juntos y a las cinco, rumbo a los distintos destinos: Madrid, León...
Un fin de semana fantástico, como el de hace un año, como manda la tradición.
Amistad, divino tesoro.


Soplidos y rugidos

19 de junio
Los feroces leones: Diego, Antonio y Alejandro

El estrés me acompaña todo el día en el trabajo. Por la tarde asistimos a la función de fin de curso del colegio basada en los viajes alrededor del mundo de Willy Fog. Diego bailó disfrazado de león al son de los ritmos africanos y Álvaro demostró sus dotes gimnásticas. Como siempre, se me cayó la baba. ¡Ay, que me los como!

martes, junio 15, 2010

Rodrigo, su gran día

La diversión de los niños estuvo asegurada: castillos hinchables, magia, discoteca...

Una copa de champán descansa sobre mi mano, aguanto la tentación de fumar y observo un instante de felicidad. En el jardín preside un castillo hinchable y preciosos centros de flores decoran las mesas redondas. Las nubes grisáceas bailan sobre el césped y amenazan con leves gotas de agua. En el interior, los globos alegran cada rincón escondido, los camareros se deshacen por llegar con sus bandejas a cada comensal y las risas alegran la tarde. Los niños han desaparecido tras un mago que los tiene hipnotizados. Respiro feliz. El protagonista de la fiesta, Rodrigo, luce con arte su vestido de cristianar -prenda ancestral con la que se ha bautizado a toda la familia: desde mi padre hasta mis hijos o sobrinos, ¡incluso yo cupe allí hace casi cuarenta años!-. La ceremonia en la iglesia, plagada de guiños cariñosos, nos emocionó.

El pequeño judoka
Un sorbo me transporta a primera hora de la mañana, a la exhibición de judo de Álvaro, a sus golpes y llaves sobre el tatami. Pura ilusión. Luego, la locura: correr a cambiar una camisa de Diego, descubrir que a Álvaro le quedan grandes los zapatos para el bautizo (¡No le digas a nadie que llevas algodón en la punta!, le supliqué al hallar la solución), ir a la peluquería para adecentar mis pelos alocados... De pronto, como en el cuento de la Cenicienta, todo parecía perfecto. Los niños guapísimos, Alonso seductor...

Sin comentario, je, je

 ¡Emma, te vas a emborrachar!, me susurra Alonso antes de dar el siguiente sorbo. Sí, tiene razón, pero un día es un día y contemplar allí a toda la familia, las sonrisas, la alegría... Sí, merecemos una celebración por todo lo alto y más cuando la fiesta es absolutamente perfeta.

¡Chin, chin, familia!
¡Chin, chin, amigos!
¡Chin, chin, Rodrigo!

miércoles, junio 09, 2010

Sin tiempo

"Boleros", selecciono en Spotify. Sentada frente al ordenador noto como el trabajo me ahoga. Todos los frentes abiertos: colaboraciones, rediseño en el periódico, exámenes finales de mis hijos...Bésame mucho... El sábado es el bautizo, aún no he comprado nada, ni la ropa de los niños, ni los zapatos.... Lo dudo, lo dudo.... Paro un momento. Me desespero. Mañana, sin falta, aunque no sé dónde encontraré los segundos... suave que me estás matando de pasión... ¿y dónde me voy a meter yo?...  Reloj, no marques las horas, porque voy a enloquecer... Y hace tanto que no escribo en el blog, y tengo tantas cenas veraniegas que contar... Cuando lo perdí todo porque perdí tu amor... Pero esta es una mala racha, algún día volverá la calma... Ay, donde todo lo puede, donde no hay imposible, que importa vivir de ilusiones si así soy feliz...

miércoles, junio 02, 2010

Perfecta relajación

58, mis piernas tiemblan; 59, no siento los brazos; 60 largos, me ahogo. Paro, retiro las gafas pegadas a mis ojos y contengo mi respiración. De un brinco salgo de la piscina pletórica por haber nadado 1.500 m. Tanta emoción me arrastra hasta el "vaso sensorial". Cierro los párpados, floto sobre el agua densa y la música oriental me traslada a un estado de relajación total. 

En el trabajo nada me estresa. Todo apunta a que el día va a ser perfecto pero la realidad me apuñala en un probador. En las perchas cuelgan tres preciosos vestidos. El espejo refleja mi cuerpo. Empieza la tortura: acoplar mis excesos. En el primer vestido, mis lorzas se marcan al estilo michelín; en el segundo, las tetas se desbordan y el tercero no pasa del cuello. Mi relajación oriental es devorada por un ataque de ira incontrolable. Tras admitir que al bautizo de mi sobrino Rodrigo iré gorda ("juro por Dios que a la boda de septiembre iré delgada"), preguntó a la dependienta si sabe dónde hay una tienda de sacos de patatas. Ella, divina, anoréxica, me mira con cara de compasión y gira negativamente la cabeza. Tanta ansiedad me desquicia. Entro en una tienda y me compro unos cuantos caprichos: un anillo, unas pulseras, horquillas, unos zapatos... Accesorios varios a los que no les afecta el aumento de peso. Un chute de ventolín logra contener mi asma nerviosa. Las preguntas se amontonan: ¿por qué mis lorzas me quieren tanto?, ¿por qué no adelgazo con todo el ejercicio que practico últimamente?... No sé, tal vez debiera volver a fumar... No, no lo haré, resitiré, aguantaré, sufriré y, cómo no, llamaré a mi gordóloga... ¡¡Y yo que pensaba que el día iba a ser perfecto!!