domingo, junio 29, 2014

Vuelo a ninguna parte



El chico de información me mira con cara de pena, baja la vista a su pantalla de ordenador y niega con la cabeza. Son las siete y media de la mañana de un domingo de verano. Las legañas y el sueño son nuestra segunda piel. Diego bosteza y mis nervios se agarran al estómago.
"Lo siento, hoy no hay ningún vuelo a Dublín con esa compañía", me dice con tristeza el operario del Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid.
Cojo el móvil y llamo al teléfono de contacto que organiza la estancia de mi hijo en Dublín mientras Diego arrastra su maleta y carga su mochila. Alonso aparece sonriente después de aparcar el coche.
─Emma, ¿por qué estáis aquí solos?, ¿en qué mostrador debemos reunirnos con el organizador del viaje de Diego?
─Verás, amor, no te lo vas a creer, pero me he equivocado...
─¡Qué! ─gritaron a dos voces Diego y Alonso.
─Pues que me he confundido y el vuelo es mañana, a la misma hora pero mañana.
─¡Mamá, eres un desastre!
─Bueno, pero esta vez no hemos perdido el avión... ─contesto entre risas.
Y como en mi familia estos despistes son muy habituales, volvimos sonrientes a casa, nos cambiamos y, a dormir que es domingo y madrugar nunca nos sienta bien. Además, mañana toca visita al aeropuerto.

miércoles, junio 18, 2014

Un "ataque" al pasado

Viernes 13 de junio
Hoy me he dejado llevar por el deseo. Después de mucho pensar he caído en la tentación, que ni vive en frente ni es el vecino del quinto, pero se enchufa, vibra y me tiene loca. Sí, mi nueva lijadora eléctrica me agota y me hace sudar la gota gorda. Entre lijas de distinto grano se ha esfumado mi día de libranza pero la mesa del jardín reluce y rebosa de aceite de teca. 
La tarde me guardaba una sorpresa: ¡toda la familia vio por televisión el baile griego de fin de curso de Álvaro y sus compañeros! y la noche, una desilusión: la humillante derrota de España frente a Holanda en el Mundial de Brasil, la excusa perfecta para descorchar un vino y ahogar las penas.

Veinte años después...

Sábado 14 de junio
Descendí por la escalera de caracol, el cartel sobre el escenario era el mismo que hace veinte años, el nombre no había cambiado... Sentí que viajaba al pasado, al seis de junio de 1.994, al día en que se produjo un giro inesperado en mi vida, al momento que entre copas nos unimos, nos besamos por primera vez y desde entonces hasta ahora... Sí, la sala "El Sol" sigue igual que entonces, por ella no han pasado los años.
Allí estaba con mi cerveza en la mano, junto a Elena, Raúl y JF, esperando la gran actuación de la noche: la presentación del nuevo disco de "Ataque de Caspa". Música de los ochenta que enloqueció a todo el público y nos cautivó. Lo mejor, los coros de mi amiga Marta que acompañaba la dulce voz de su hermana e inundaba con su sonrisa el escenario. Una noche mágica plagada de recuerdos, risas y fantasmas.

El escenario vibró con "Ataque de caspa"

Domingo 15 de junio
Noches alegres, mañanas tristes... Sobre todo si ejerzo de madre ejemplar y me despierto a las 8 de la mañana (omito contar cuánto dormí) para llevar a Álvaro al torneo de fútbol 4x4. Un clásico del verano que vuelve locos a los niños, deja derrengados a los padres y modifica la piel de mi cara a un tono salmorejo.