viernes, febrero 03, 2017

Corazones partíos, enteros y arrejuntados

Corazón partío

HACE DOS AÑOS

─Hola, Emma, te llamo porque tengo algo importante que contarte ─silencio─. Lo sabe muy poca gente y prefiero que te enteres por mí.
─Me estás asustando.
─Me imagino que no te sorprenderá.
─¿El qué?
─Hace tiempo que nuestra relación no iba muy bien.
─Pero...
─Ya no hay vuelta atrás, nos vamos a separar.
─¡Qué me dices! ¿Estáis seguros?
─Sí, los abogados están tramitando nuestra separación.

En el año 2015 varios amigos y familiares se separaron de forma amistosa, aunque siempre hay excepciones. Debo confesar que cada vez que sonaba el teléfono temía contestar. Incluso barajé la posibilidad de que un virus como el zika, aún no detectado por las autoridades sanitarias, estaba atacando a las parejas con un efecto devastador: la disolución total. Por supuesto, me compré el repelente más potente que encontré en la farmacia. 

De boda en boda

HACE UN AÑO

─Hola, Emma, te llamo porque tengo algo importante que contarte ─silencio─. Lo sabe muy poca gente y prefiero que te enteres por mí.
─Me estás asustando.
─Me imagino que no te sorprenderá.
─¿El qué?
─¡Nos casamos y, por supuesto, estáis invitados a la boda!

En el año 2016 varios amigos y familiares se casaron. ¡Cuatro bodas! Que, para qué mentir, arrasaron con la cuenta bancaria pero nos llenaron de risas, bailes, resacas y alegría. Eso sí, mi pasión cinéfila me hizo sufrir los 365 días del año al recordar la gran película "Cuatro bodas y un funeral". El 31 de diciembre, entre uva y uva, sonreí al dar por finalizado el año con "Cuatro bodas y muchas fiestas". 


Fiesta, fiesta, queremos fiesta, fiesta

AÑO 2017
En mi agenda anual por ahora solo hay marcada una fecha: la boda de unos amigos, que una al año no hace daño. No sé qué más ocurrirá, pero sueño con repetir grandes acontecimientos, como los cumpleaños de Raúl y Conchi; reencuentros con mis antiguas compañeras del Saint-Dominique, mis citas clásicas con el grupo del Fem, las fiestas en la playa, las confidencias con Ángeles y Mercedes, las cenas familiares plagadas de gritos y risas, las escapadas románticas con mi Alonso, las excursiones con mis hijos y, cómo no, mis paseos con Yoda, mi gran fuerza.
¡Feliz 2017! Sí, ya sé que ha pasado más de un mes, pero me hace ilusión desearos lo mejor. Ay, por un día que me pongo tontorrona...



Yoda, mi pasión perruna

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