jueves, septiembre 03, 2020

Nueva "casa"

Redacción ABC
La nueva redacción de ABC

Los nervios bailaban en mi estómago al son del traqueteo de mi Calabaza, mi viejo Seat 131 Supermirafiori, aquel catorce de septiembre de 1992. En mi pelo rizado destacaba la trencita con hilos multicolores, un recuerdo de mi alocado verano en París. El día era caluroso, aparqué el coche, subí los peldaños de granito de la casa ABC y sin saberlo me adentré en mi nueva vida de colores, aunque la cabecera del suplemento fuera Blanco y Negro, la mejor escuela para una estudiante de periodismo. De la mano de Juan Espejo y Lucio del Álamo descubrí el arte del diseño. En aquellos años las rotativas eran las estrellas del periódico: por el techo del pasillo volaban prendidos de una pinza los ejemplares recién salidos del horno para ser prensados y mandados a su destino. El ruido de la rotativas no paraba, las bobinas de papel se almacenaban en el piso inferior y se trasladaban en pequeños vehículos que de vez en cuando pitaban para no atropellar a algún despistado hipnotizado por el olor a tinta. 
    Muchos años en el mismo edificio, mil historias que contar. Amor, amistades, enfados, grandes profesionales, risas, menos profesionales, carcajadas, tensión, compañerismo, directores, anécdotas... Y noticias, millones de noticias.
    En septiembre de 2020 he pisado la nueva redacción de ABC: un edificio moderno, interiores de diseño, luz por todas partes... Observo cada detalle con media sonrisa bajo la mascarilla porque mi corazón siente añoranza por los peldaños de granito, la biblioteca, el patio andaluz... Y la viejas rotativas. Soy una nostálgica.
   
Toda una vida en ABC