viernes, octubre 19, 2007

Un jueves cualquiera

¡Chicos que no llegamos!, grité a primera hora de la mañana. Bolsa de gimnasia, mochila con libros... Por fin a las nueve y diez salimos escopetados de casa. Ellos todos monos y yo con un chándal rosa y sin duchar. Por suerte no había atascos. Besos, abrazos; hasta luego, chicos, concentraros mucho, tú sobre todo Diego y recuerda que esta tarde te vas con Marta, la mamá de Daniel, que tienes catequesis. Vuelta a casa, ducha rápida y de nuevo al coche para ir a comprar unos pantalones a Alvarete, y de paso, me regalo un jersey y unos sujetadores. Me siento a trabajar cansada. A la una y media me voy a recoger a Álvaro al colegio y de allí, al logopeda. Durante los cuarenta y cinco minutos que dura la clase voy a casa y como. Con el postre atragantado rescato a Álvaro y le devuelvo al cole. Me siento frente al ordendor, lo miro y me aburro. A las seis menos diez llamo a Ana. ¿Dónde estáis? En el parque de detrás del colegio. Esperadme que voy a buscaros. Entre medias hablo con Marta y me pide que pase a por los niños. No te preocupes, ahora mismo voy. Abandono el periódico. Recojo a Daniel y Diego y los dejo en catequesis. Dirijo el coche hacia el parque y me como a besos a Álvaro. Hasta luego, Ana. Hasta luego. De nuevo, al parque de la iglesia. A la hora sale Diego. Llegamos a casa, siete y cuarenta y cinco, ¡Diego, los deberes!, vocifero mientras coloco las mochilas. Jo, mamá, si los he hecho en casa de Daniel, sólo me falta terminar las matématicas. Sí, cielo, pero mañana tienes examen de conocimiento del medio. Jo.
Mientras hace los deberes de mates, preparo la cena. Álvaro, vete quitándote la ropa que te vas a duchar. Ducha rápida de Álvaro. Diego termina. Encienden la tele y cenan viendo "Patoaventuras". Antes de que Diego se tome el último gajo de la mandarina le suplico que sé dé prisa, que tenemos que repasar "cono". Mamá, estoy cansado. Ya lo sé, pero tienes que repasar un poquito, además te he hecho este esquema en el ordenador para que no confundas la funciones con los órganos, aparatos o sistemas.
Subo a Álvaro, le leo un cuento, me tumbo cinco minutos con él y siento su respiración dormida. Salgo sigilosamente. Diego me espera en su cuarto. Repasamos el aparato digestivo, el excretor, el reproductor (entre risas nerviosas de Diego por el "pene" y los "ovarios"). A las once todos duermen.
Bajo al cuarto de estar con mi bandeja con la cena y me pongo la serie grabada de "Shark". Antes de terminar el primer capítulo noto como me invade el sueño. ¡Qué pereza moverme!, pienso adormilada. Bueno, cierro un momentito los ojos y me subo. Abro los ojos, ¡dios mío, son las seis de la mañana!, la tele, las luces, el vídeo... todo sigue encendido.
Me tumbo en la cama, el despertador suena a las siete, lo apago, cinco minutos, abro los ojos, ¡las nueve menos diez!
¡Chicos que no llegamos!, grité...

jueves, octubre 18, 2007

Injusticias

Empieza el curso escolar y, por supuesto, los viajes de mi Alonso. Esta mañana se ha ido a Portugal y no vuelve hasta el lunes. La pena es que me ha pillado en una época un tanto antisocial. En principio tenía preparada una cena con mis compis del periódico, pero la he cancelado. El ámbito laboral cada vez está más revuelto y mi mal humor e ira crecen segundo a segundo. Cada vez hay más gente que hace horario continuo y sin reducción de jornada se van a casa a las seis o incluso a las cuatro. Es injusto. Las que estamos con reducción perdemos dinero y encima en mi caso la reducción es partida. Ante tales injusticias prefiero alejarme de todo el mundo, no oír hablar del tema y así evito trasladar mi desánimo a casa. No sé cuánto tiempo aguantaré. Prefiero esperar un tiempo, ver como se resuelven algunas demandas que han planteado y, como siempre, confiar en un golpe de suerte. Los rumores sobre mi jefe se acrecientan y espero que ocurra como en el fútbol: los jugadores se quedan y los entrenadores se van. Visto el panorama el viernes tengo cena con mis compis del cole.
Ayer, aprovechando que Ana se quedó a dormir en casa, y después de terminar los deberes con Diego nos fuimos mi Alonso y yo al cine. "El orfanato" fue la elección. Todo el mundo comenta que es una película de miedo, de terror... Falso. Mi sensación final fue de mucha pena, salí muy triste y con ganas de llorar una hora más.