miércoles, junio 09, 2021

Kate y Emma son la leche


Gorda, estupenda, vieja, real... La batalla en las redes entre los detractores y defensores de la apariencia de Kate Winslet en la miniserie «Mate of Easttown» (HBO) ha sido cruenta. Kate ha asumido los cambios de su edad: su barriga, sus patas de gallo y arrugas expresivas, huellas de la vida. Ha defendido su cuerpo frente a los retoques de Photoshop y los estereotipos de belleza juvenil, de perfección estética que tanto amargan a muchas mujeres. Su fuerza reside en su aceptación. 

Hace años asumí que soy como la leche: desnatada, semidesnatada y entera. Mi sueño imposible es el estado desnatada, 0% materia grasa. Mi realidad, en cambio, oscila entre semidesnatada y entera, sobre todo después del confinamiento. Cien por cien materia grasa y otro tanto de felicidad. Kate es de las mías, la leche. Leche de vaca. No de soja, coco, quinoa o arroz... Vaquitas graciosas que se ríen sin complejos y con una certeza vital: el físico es importante, pero el carácter, la personalidad o el sentido del humor, más. Y los que nos aman con nuestras imperfecciones son los mejores.