martes, noviembre 20, 2012

Terror en mi vida

Llevarse bien con la gente del barrio es una suerte. Esta mañana al ir a pagar me han denegado la tarjeta. "Te dejo aquí las bolsas y voy un momentito al cajero", ruego con una sonrisa al dependiente del súper que me sonríe y me deja partir.
El cajero automático no ha debido desayunar, se zampa mi tarjeta y me indica que consulte a mi banco. Entro y explico mis sucesos paranormales de primera hora de la mañana. Todo tiene su explicación: si se activa una tarjeta con cuatro meses de retraso, automáticamente el banco bloquea la tarjeta.
Salgo apesadumbrada y sin tarjeta. De pronto, miles de cosas que tengo pendientes bombardean mi mente: citas médicas, escribir en el blog, activar otras dos tarjetas, revisar el aceite del coche (¡ojito, que el otro día cambié los limpiaparabrisas porque uno se rompió!)...
Como acto de enmienda contaré algunas novedades...

La bruja morada se defiende de los temibles zombies

Halloween
Pese a que su origen es celta, es una tradición americana que... ¡A mí me encanta! Me enloquece disfrazarme, decorar la casa, asustar a los niños... Sí, ese día sale la bruja que hay en mí y afilo mis dientes de vampira. 
Este año nos juntamos en casa el grupo de amigos de mi colegio, recorrimos el vecindario jugando al "truco o trato", los zombies disfrutaron al ver sus cestas llenas de caramelos y después, para saciar nuestras ansias carnívoras, cenamos en un restaurante decorado con tétricos detalles de Halloween y actores que nos asustaban entre bocado y bocado. Una noche terrorífica y llena de carcajadas.

Un trío terrorífico: dos brujas y un monstruo con un lápiz clavado

La diversión dio paso a la vida normal y por un fuerte ataque de asma Álvaro estuvo una semana ingresado en el hospital donde grandes profesionales curaron su dolencia física y la Fundación Theodora, expertos en la risa, nos hicieron reír y disfrutar de la estancia.
Además, la familia se juntó para celebrar la comunión de mi sobrina Mónica, realizamos el tradicional soldado romano de todos los años, empezó la temporada de fútbol, acudo a clases de "inglis pitinglis"... Ay, todo llegará.