lunes, julio 13, 2020

Alma para un corazón roto

Alma, mi nuevo amor

Ella supo que la tristeza se había agarrado con fuerza a mi ánimo. Ella detectó mi corazón roto, mi llanto continuo, mi depresión. Ella sabía que nadie podría sustituir a mi adorada Yoda... Ella, mi madre, me hizo el mejor regalo del mundo. Os presento a Alma, mi pequeña schnauzer miniatura, la perrita que me ha devuelto la sonrisa. 
     Alma llegó con una carta que me arrancó aún más lágrimas: "Para subsanar esa pereza y melancolía que te embarga, es mi misión sacarte de esa desidia. No soy sustituta de Yoda, pero sí su mensajera, de ahí mi nombre de Alma. Yoda siempre estará contigo y yo seré tu compañera. Toda humana necesita un peludo a su lado, ya sabes: lealtad, fidelidad, cariño, lametones y una pata dándote en la rodilla para jugar".
   Mi madre apareció tras el portón de Guadarrama con Alma escondida en una caja naranja, mi gran sorpresa. Mi llanto, el de Álvaro, tanta pena, tanta ilusión. Sin embargo, en el jardín le aguardaba una sorpresa a ella: por fin iba a conocer a su nieto Martín, abrazar a su hijo Pepe y su nuera Mariona. 
   La vida cuando quiere es muy puta, pero a veces los planetas se alinean y arrasan con su magia. A las cinco horas de nacer Martín, Yoda fue asesinada. Tres meses después, un martes cualquiera, mi madre me sorprendió con Alma, su secreto, sin imaginar que por fin, después de tanto confinamiento, iba a achuchar a su querido y añorado Martín. Una explosión de emociones y felicidad.
Lo admito, somos una familia muy peculiar.
   Tres hurras por Martín, tres hurras por Alma, dos amores nuevos en este blog tan personal.

PD: Mamá, eres la mejor, te quiero. Mil gracias a Isabel, su gran amiga, por ser su canina cómplice.

Martín, el sobrino que me ha convertido en "abuela"