En la adolescencia me dejé seducir por las películas independientes que mostraban otra forma de hacer cine y me sumergían por distintos cauces para entender la vida. Un despertar al deseo y la pasión aderezado con novelas de gran erotismo y sexo explícito. ¡Cómo olvidar "Las edades de Lulú", de Almudena Grandes!
Ahora que no soy joven ni mayor, o soy mayor pero no mucho, disfruto con las películas y series de amor tanto como gozaban mis amigas cuando tenían quince años y se enamoraban de los protagonistas más melosos y empalagosos que aparecían en la televisión.
Los trajes de época con esas telas tan divinas, la música moderna al son de los violines, los palacios, las flores que decoran cada estancia, las miradas de pasión, esos leves roces tan sutiles y tan sexuales... Sí, me enloquece la serie "Los Bridgerton". Pero, ¿qué va a ser de mi vida ahora que he visto el último capítulo de la segunda temporada? No sé, me pondré una pamela, me vestiré de época y le pediré a Alexa que suene de fondo la banda sonora de "Los Bridgerton" mientras escribo las invitaciones para mi próxima fiesta de primavera.
Viva el amor, la seducción y los momentos de pasión. Oh, suena el teléfono, ¿me llamarán para protagonizar la siguiente temporada? Nunca se sabe.