lunes, abril 29, 2024

Ese hombre enamorado de la luna

EPT

Antes de presentarse a las elecciones generales de España se debe reflexionar sobre lo que ello implica. Saber que además de los aplausos de los votantes de tu partido y acólitos, las críticas por parte de la oposición y medios de comunicación serán inevitables. No todo van a ser laureles. Si Manos Limpias denuncia a tu mujer por presuntos delitos de tráfico de influencia no te puede dar una pataleta de niño pequeño. No, tu cargo está por encima y has de confiar en el proceso judicial al igual que el resto de los mortales. Me da vergüenza pensar que el mayor representante de España abandone sus responsabilidades institucionales por una rabieta. Yo, desde luego, en mi trabajo no me puedo permitir esos lujos, que ya me gustaría, no nos vamos a engañar. Al departamento de Recursos Humanos de mi empresa le da igual si estoy enamorada o tengo desgarrada el alma por un desamor, qué falta de pasión. Mi sueldo va unido a mi desempeño profesional, no al latir de mi corazón. Si un presidente quiere dimitir tiene todo su derecho y debe ser ético: llorar, reflexionar y tomar una decisión clara en la intimidad, en castellano o en catalán. Es inconcebible que se tome cinco días de asueto, con la irresponsabilidad de mover las masas y abrir más la brecha entre la izquierda y la derecha, para curar su corazón herido, para que nadie dude de que él ama a su mujer hasta el infinito y más allá. 
    Su actitud me ha recordado a la gala de los Óscar de hace un par de años, cuando Will Smith saltó al escenario para abofetear al presentador por bromear sobre su mujer. Qué vergüenza. Si nosotras no sabemos defendernos, mal vamos.
    Tanta pantomima para al final no dimitir porque sabe que dejaría a su partido en la estacada, porque él es el único superhéroe capaz de salvar este país. Además, está enamorado y el amor puede con todo. Ojito, que ya me lo imagino en el Congreso abofeteando a cualquiera que mente a su amada.
    Como mujer me siento humillada y como española se intuye mi malestar.
Mi concepto de la política dista mucho de las actuaciones de estos últimos meses: un barrizal en el que se pelea sin ética ni dignidad. Disparos de acusaciones, insultos... Y si alguien no comulga con tus principios pertenece a la 'fachosfera', muy fuerte. En fin, me voy a comer con mi amado, que yo también lo tengo. Faltaría, que soy la presidenta y reina de mi casa.