miércoles, agosto 09, 2017

Un verano sin desconexión

Yo también amo mis curvas... Y mi Coca-Cola Light... Y el verano... ¡Felices vacaciones!

Llega el verano y mis carnes y yo hemos desconectado del mundo virtual por un tiempo. Bueno, realmente solo lo he conseguido una semana con Facebook. Arggg, lo reconozco: soy incapaz de ponerme en modo off en Instagram y Twitter. ¡Soy una adicta! Coño, pero para eso están las imperfecciones, que no hay nada más aburrido que la perfección.

Días de vino y risas en Clos de l'Obac

     Me gustaría enrollarme y contar mi escapada a Tarragona y Zaragoza con mi hijo pequeño. Él y yo al estilo "Thelma y Louise" –en versión española sería "Emma y Álvaro", que no suena tan bien pero es que el tinto de verano está anulando mis pocas neuronas–. Días de vino y risas en tierras catalanas con mi hermano Pepe, la familia de Mariona y los impresionantes vinos de Clos de l'Obac.
     Después, mi clásico guadarrameño con olor a pinos, paseos por el Embalse de la Jarosa y mimos de mamá y Julián. Ojo al dato: este año no me he estampado ni me he hecho ningún esguince. Bravo por mí.

En la playa a veces llueve

     Antes de que el vecino del chalet de al lado apague el wifi –que ya lo podía dejar conectado todo el veranito– y mientras se seca la crema de protección solar sobre mi bronceada y tersa piel (ay, me encanta cuando mi autoestima miente) os desvelaré que estoy en mi adorada Oliva con los amigos, los partidos de pádel, mis hombres, mi perra y... ¡La novia de mi hijo mayor! (No comment, que dirían los ingleses)
¡Feliz verano! Ay, oigo los pasos del vecino... #Desconectoff

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