Mi querido y estimado Flaubert:
Aunque tú no lo sepas, tenemos un problema que crispa mis frágiles nervios y no sé cómo solucionar. No te lo vas a creer pero aún hay personas que escriben mal el nombre de Emma, la protagonista de tu gran novela Madame Bovary. A ti, y a mi tatarabuelo, debo mi bello nombre y me desespera que emmarañen las cuatro letras que identifican mi ser, que confundan las minúsculas con las emmayúsculas. Por no hablar de aquellos que se emmascaran bajo una apariencia cultureta y ni siquiera son capaces de emmarcar los cuadros con arte y creatividad.
Amado Flaubert, nací emMadrid, mis emmatíes transportan el oxígeno por mi sangre, me emmancipé hace muchos años y, no sé por qué, creo que padezco una emmaobsesión.
Saludos, mi adorado Gustave.
Siempre tuya.
EMMA
No hay comentarios:
Publicar un comentario