─Emma, en esta bolsa te dejo todo lo necesario para "Niña". Por favor, cuídala mucho ─dijo mi madre.
─Tranquila, cuidaré de la perra.
─Se llama "Niña".
Me callé. Miré la bola blanca y esponjosa y supe qué chirriaba.
En la cena, Diego descubrió su nombre oculto: "Lila".
Al oírlo me emocioné, ¡era el nombre perfecto!: Lila, de Priscilla, porque la perrita tiene un estilo muy drag queen, unos ladridos muy cursis... Ay, sí, me la imagino entre boas rosas con sus pestañas postizas... ¡Pero si es tan fina que ni siquiera juega con las pelotas en el parque! Porque ella es divina, cariñosa, melosa y... ¡Muy Lila, muy drag, muy queen!
¡Ay madre!, si mi perra ahora se ha convertido en una cultureta de la farándula, está divina de la muerte............
ResponderEliminarVale, ahora entiendo perfectamente lo que nos has comentado..., jajaja
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