En el mes de septiembre se realizan en el colegio las reuniones de padres. Una sesiones imprescindibles para saber cómo va a ser el funcionamiento del curso, conocer al profesorado, intercambiar opiniones con la dirección... Todo normal hasta que nos trasladamos a la clase con el tutor (bendito sea) y, tras explicarnos los datos más fundamentales, nos invita a que le hagamos alguna pregunta.
¡Átate los machos que vienen curvas!
Al principio hablan los padres normales, plantean dudas generales hasta que, ay, Dios mío, surge ese padre-madre que se cree el rey del universo. Sí, ese padre-madre que solo habla de su hijo, de su situación, de su profesión, que no permite hablar al tutor, que rebate cada opinión porque solo él tiene la razón... El resto de los padres nos miramos con hartura, con deseo de arrancarle el cuello, pero claro no podemos hacerlo porque somos padres-madres y debemos dar ejemplo a nuestros hijos, así que aguantamos con educación como si fuera una sesión de masoquismo. Mientras, el tutor (bendito sea) intenta por todos los medios sobrellevar su tortura particular y yo sufro, sufro mucho.
Así que voy a desahogar mi mala leche con un decálogo sobre cómo debe comportarse un padre-madre ante una reunión escolar.
- Las reuniones del colegio son generales, repito generales, por tanto las particularidades se deben hablar en una tutoría.
- Todos tenemos hijos, si cada padre-madre hablara del suyo las reuniones se harían interminables. Para ti tu hijo es único, para el resto de los padres sus hijos, también. No te creas mejor por hablar todo el rato de él. Seré sincera: eres un pesado.
- Si no te gusta leer, no leas, pero no sugieras que eliminen la lectura obligatoria, no impidas a tu hijo conocer mundos maravillosos.
- Elemental, hay que marcar los libros y el material escolar. Es de cajón.
- Si por tus creencias no quieres que tu hijo acuda a una clase estás en tu derecho, pero no juzgues a la gente que no piensa como tú.
- Hay materias con más peso (matemáticas, lengua, física...) pero también el resto lo son. No propongas que quiten horas de gimnasia porque tú creas que no son importantes. Además de cultivar la mente hay que cuidar el cuerpo.
- El colegio está para enseñar materias, convivencia, amistad... pero tú debes educar a tu hijo.
- Los niños están en el colegio ocho horas y no todos creemos que deban realizar más tareas en casa. ¿Acaso tú, padre-madre, cuando vuelves del trabajo te dedicas a trabajar otras tres horas en casa?
- Por favor, entiende que todos tenemos fallos pero hay que potenciar las virtudes. Si tu hijo tiene problemas con los estudios, no le critiques delante de desconocidos, no digas que es un inútil, le estás hundiendo la autoestima.
- Entiende que tanto el profesorado como la dirección y los padres queremos lo mejor para los chavales.
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