domingo, junio 14, 2015

Amigos de la infancia

¿Qué travesura estaríamos planeando?

Su mirada azul se cruzó con mi mirada verde cuando aún no balbuceábamos palabras y nuestra mayor preocupación era perder el chupete por los recovecos de la cuna. Era la década de los setenta, en el siglo pasado. La amistad de nuestros padres nos invitó a conocernos y, cosas de la vida, supimos alimentar y mimar nuestra relación. Pasaron los años y el patio de casa se convirtió en nuestro nexo de unión jugando a polis y cacos, al churro o al escondite inglés. Compartimos aula en la guardería, con la horrorosa señorita Loreto. Después, él estudió en el instituto San Isidoro y yo acudí al Saint-Dominique, un colegio de monjas en el que nunca me sentí yo misma porque mi vida estaba fuera de allí, rodeada de los amigos del patio, mis primos y sobre todo de mi amigo del alma, Alberto.

   La adolescencia nos llevó a las confidencias, a los secretos, a las notas falsificadas, a las bromas telefónicas que alguna que otra vez se nos fueron de las manos, a las cervezas en su habitación antes de salir de copas... La gente hablaba y murmuraba "seguro que entre Emma y Alberto hay algo" y nosotros nos reíamos porque más que amigos éramos como hermanos.

No puedo contar en esta breve entrada del blog todo lo que vivimos, lloramos o reímos. Ni cómo una enfermedad acaparó su cuerpo y luchó con todas sus fuerzas hasta salir vencedor. Son tantas historias, tantas noches hablando hasta el alba, tantos brindis frente al Bernabéu, tantos bailes al son de INXS o Brian Adams... Aún recuerdo el día que le disfracé de chica, le maquillé y nos fuimos a una discoteca, ¡la cara que puso al entrar en el baño de mujeres y cómo engañó a todo el mundo! 

Parecía una amistad indisoluble. Incluimos a nuestras respectivas parejas en nuestro pequeño círculo y nos consolamos mutuamente cuando nuestras relaciones se rompieron.

La vida continuó: bodas, hijos, bautizos, cenas, viajes a La Coruña, comidas... Todo parecía perfecto, hasta que un día la distancia surgió entre nosotros. 

¿Por qué hay amistades que se pierden y no aguantan el paso del tiempo? ¿Qué momento genera un cambio que hace que los amigos se separen?
Han pasado muchos años, pero hoy la nostalgia me ha recordado que es su cumpleaños y los recuerdos me han bombardeado. 
¡Felicidades, querido amigo!


Alberto y Emma

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