![]() |
Auténticos it dog |
No sé cómo contarlo. No es que me dé vergüenza, al contrario, pero sé que con este pequeño relato voy a dar más argumentos a todos aquellos que me consideran una friki y se van a mofar aún más de mí, que tampoco me importa, pero... Vale, os lo cuento, que no me puedo resistir.
El sábado pasado, paseaba con mis rizos al viento y mi perra por la playa de Oliva, feliz como una perdiz, soñando con la paella que habíamos encargado para once a las tres. Esos eran mis superbásicos pensamientos hasta que dos perritos se pararon a jugar con mi mascota. Empecé a hablar con las dueñas ─dos veintiañeras ideales, muy, muy it girls─, la típica conversación mascotera: qué tiempo tiene tu perro; ay, qué ideal, mira cómo juegan; qué bien que este puente no haya socorristas y así los animales pueden estar en la playa... Todo muy canino. Hasta que llegó la gran pregunta.
─Por cierto, ¿cómo se llama tu perra?
─Yoda ─contesté metiendo tripa para disimular un poco mis michelines ante las súper superideales it girls.
─Por favor, no me digas que es Yoda la de Instagram.
─Sí, sí ─contesté con tal ilusión que hasta mis rizos siguieron el movimiento frenético de mi cabeza.
─Ay, qué fuerte, que nuestro perros se siguen en Insta. El mío es Bru y el de mi amiga Chorizo. Bueno, bueno, increíble. Este verano veía sus fotos en la playa de Aiguas Mortes y me imaginaba que estaba aquí. Impresionante.
─¿En serio?
─Lo que oyes. Ay, voy a grabarles un vídeo y así lo publico en su historia. Qué ganas tenía de conocer a Yoda.
─Es que lo de Instagram es un vicio. Yo cuido mucho más el perfil de Yoda que el mío.
─¡A nosotras nos pasa lo mismo!
─Vosotras sí que me entendéis, que cuando digo en casa que Yoda es una auténtica it dog me miran como si estuviera loca...
─Hija, somos unas incomprendidas. Bueno, seguimos en contacto por Insta.
─Sí, sí, y este verano nos vemos.
¡Oh, qué alegría, qué ilusión, mi perra es tan it dog que hasta las it girls la reconocen por la calle!
![]() |
Jamás podré ser una it girl. Mis amigas salen divinas y yo, a lo loco, con los rizos desatados |
No hay comentarios:
Publicar un comentario