─Hola, ¿te puedo ayudar en algo? ─me pregunta una chica pizpireta al ver mi cara de estupor en la sección de ropa masculina.
─Estoy buscando unos vaqueros para mis hijos.
─¿Qué tipo de denim prefieres?
─¿Perdón?
─El denim es el tejido con el que se elaboran los pantalones.
─Te refieres a lo que en los noventa llamábamos tela vaquera.
─Eso, eso. Bueno en estos estantes tenemos distintos modelos de denim. ¿Qué estilo se ajusta más a sus gustos: slim, skinny, loose, straight, cropped o carrot fit?
¡Dios mío me acaban de teletransportar a EE.UU. y no me he enterado! ¿Pero por qué me habla esta chica en inglés?
─Pues me has dejado helada... No sé ni qué contestarte.
─Ay, no estás a la última.
─Pues va a ser que no... ─le contesto con unas ganas imperiosas de darle un puñetazo en la nariz, aunque no sea políticamente correcto.
─Pobre, te lo voy a explicar ─otra frasecita así y la estampo─. Los skinny son pantalones estrechos.
─Los pitillos de toda la vida, ¿no?
─Exacto, lo has pillado. Los slim fit son estrechos pero solo en la parte de las caderas y los muslos. Es decir, dejan un poco de libertad y soltura en las rodillas y gemelos. Los straight son rectos. Los cropped son ideales para el verano porque son sueltos y están cortados a la altura del tobillo y los carrot fit son anchos por arriba y estrechos por debajo, la pasión de los surfistas. ¿Lo has entendido?
─Claro, bonita, me ha quedado superclaro, sobre todo lo de los vaqueros zanahoria. Decidido, ahora mismo hago una transferencia a mis hijos y que se compren ellos lo que les dé la gana. Vamos, con lo fácil que eran antes los vaqueros: rectos, pitillo, elefante y de talle alto o talle bajo. Joder con los vaqueros, perdón, denim.
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