Hay actitudes, en cambio, en las que se puede catalogar a la gente de gilipollas. Sí, tal y como suena y acepta la Rae. Hay que ser muy gilipollas para hacerse selfis con el fondo de los incendios que están asolando los montes de España. Pero que muy gilipollas. Y el premio se lo lleva una chica que encima se ha marcado un baile y lo ha subido a Tik tok, no se puede ser más tonta.
Aunque lo que me preocupa de verdad es la tendencia que defiende el lucimiento de los pelos en los sobacos como una muestra de la libertad femenina. Venga, que por ahí no paso: hace años me hice el láser en las axilas y soy feliz sin mis vellos libres como el viento. Que los gustos han cambiado y ya no se lleva ni los hombres cuanto más osos más hermosos ni las mujeres matorral en los sobacuelos. Aunque para gustos, los colores o las pelambreras, pero a mí que no me busquen esos pelillos a lo Sofía Loren.
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