Mi imagen estampada contra el suelo |
De pequeña escuché entre susurros una leyenda de mi familia: aquella tarde lluviosa de hace muchos años, al volver del funeral de mi abuelo encontraron caído en el suelo del salón su enorme retrato. Pálidos como la pared, observaron el hueco de las alcayatas y tacos que sujetaban el gran cuadro sin entender cómo había sucedido. "Esta ha sido su despedida, su forma de decirnos adiós", comentó alguien para paliar el susto de todos los presentes.
Al entrar en casa de mi abuela la tarde que falleció, lo primero que observé es que otro retrato había caído al suelo. El corazón se me encogió. Jamás conté la historia al resto de la familia y menos al protagonista del cuadro. "Esta noche el espíritu de tu abuela se ha despedido de todos vosotros y con la fuerza de su alma ha descolgado el cuadro, no tengas miedo", dijo la mujer que cuidaba de ella al contemplar la lividez de mi rostro.
Esta mañana, al ir a poner una lavadora ─que por mucho que vaya de moderna soy una maruja─, me he topado en el suelo con mi foto caída, el cristal roto, el marco desmontado... No he podido contener mi grito de horror, tan intenso que hasta la perra se ha asustado y ha salido espantada.
¿Será una señal del destino? No sé, pero estoy acojonada, temerosa, aterrorizada. No solo por ver mi imagen estampada, sino por el cúmulo de cristalitos... ¡Y la puñetera Conga sin batería! En fin, voy a por la escoba que no es día para percances ni cortes en los pies. Huy, qué miedito.
Y, si me lo permitís, un pequeño epitafio bloguero: "A la gente que quiero, que sepa que la adoro. Y a los que les caigo mal, pues ellos se lo han perdido".
Hala, a barrer cristales, supersticiones y a comprar otro marco de fotos.
Que imaginacion. Cuando murio tu abuelo, tenías 3 años y yo de eso ni me acuerdo. Pero....Que imaginacion.
ResponderEliminarMe parece que te equivocas de rama familiar 😉 No es imaginación, es pura realidad 😘
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