martes, febrero 14, 2012

Esto es amor y lo demás son aguadillas

Mi súper Aquabeat

Acepto que el día de los enamorados es un reclamo comercial de las tiendas para vender más, acepto que no hay que esperar a San Valentín para hacer un regalo pero... ¡A mí me encantan que me mimen! Sí, seré una frívola sin ningún toque de modernidad, pero no me importa.
Esta mañana, 14 de febrero, he gritado de emoción al descubrir el súper regalo de mi Alonso: ¡un reproductor mp3 Aquabeat, de Speedo! ¡Y rosa! 
Sin pensármelo dos veces he llevado a los niños al cole embutida en mi bañador negro (¡ojo, de Speedo, una combinación súper glamurosa!) y me he dirigido al polideportivo. En los vestuarios de la piscina me he colocado el resto de mis bártulos: chanclas, gorro, gafas de súper-mosca y mi mega-chic Aquabeat. Por último, he guardado mi pinza de la nariz en el canalillo para usarla al nadar de espalda. 
Al estilo morcillita de Burgos con lazos rosas (chanclas, gorro, toalla y aquabeat) he entrado en la piscina moviendo el culo al ritmo de una rumba de Estopa. Me he lanzado al agua y he desconectado del resto de peces que nadaban a mi alrededor. De pronto me he sentido como un auténtico "pink fish" aleteando al son de la música. Sesenta largos (1.500 m), en un suspiro musical. Al salir me he contenido: pensaba marcarme un baile súper rockero para que me hicieran la ola, pero creo que antes lo voy a ensayar un poco. 
Esto sí que es amor y lo demás son aguadillas

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