viernes, octubre 04, 2013

¿Quién me ha puesto la pierna encima?

En el día de la sonrisa hay que reírse de uno mismo

POR LA MAÑANA...
─No se ha movido el tornillo─ afirma la traumatóloga al mirar mi radiografía ─, pero tienes muy mal el pie.
─Bueno, no será para tanto─ exclamo con mi optimismo congénito y mi pie totalmente hinchado.
─Vas a tomar antiinflamotorios e irás al rehabilitador para ver si junto al fisioterapeuta logran mejorar la inflamación y después volvemos a diagnosticar. Además, por ahora no podrás jugar al pádel.
─¿¿¿Qué??? ¡Pero sí caminar! ¿no? Es que quiero hacer el Camino de Santiago y ahora recorro todos los días cinco kilómetros.
─Olvídate, como mucho un kilómetro y medio.
─¡Así que no podré hacer la San Silvestre con mi hermano Roberto! Por Dios, que íbamos a ser la pareja más cómica del circuito.
─Emma, tienes fatal el pie, así que olvídate, como mucho nadar y montar en bici.
─Uff, la bici, paso. Volveré a nadar, pero arreglar mi melena leonil es agotador...
─Y nada de tacón alto.
─¡Me estás hundiendo! Ni pádel, ni glamour, ni San Silvestre...
─E intenta no usar tanto el smartphone, la tendinitis del dedo gordo de la mano es por culpa del móvil, así que...
─Por ahí no paso... ¡soy una adicta!... Pero dime, ¿quién me ha puesto la pierna encima?

Y POR LA TARDE...
─Alonso, no te vas a creer.
─Emma, de ti ya sabes que me creo cualquier cosa. ¿Qué te ha ocurrido?
─Estaba en la peluquería con los niños. De pronto hemos oído un ruido, como si cerraran una persiana metálica. La peluquera ha salido a la calle a mirar y ha entrado descompuesta. "Está muerto, está muerto", gritaba desesperada. "Niños, ni se os ocurra salir", ordené. En la calle, un motorista había caído al asfalto tras colisionar un coche con su moto. He llamado al 112 para informar, pero el SAMUR ha tardado muchísimo en venir. El diagnóstico de la peluquera era erróneo, el accidentado movía los dedos y hablaba con una enfermera que se ha acercado a socorrerle. La calle se ha llenado de gente, la chica del coche lloraba desconsoladamente, dos mujeres han salido de la peluquería en bata y el pelo plagado de papel plata... Por fin ha llegado la policía y ha cortado el tráfico, los sanitarios se han llevado al herido y la vida ha vuelto a la normalidad. Eso sí, la próxima vez los llevas tú a cortar el pelo, que tantos acontecimientos me estresan y encima no puedo jugar al pádel para dar rienda suelta a mi ira semanal al estilo McEnroe.

2 comentarios:

  1. Bueno, puedes ir al curro para desestresarte... dicen que funciona... ARRGGGGGGGGG!

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  2. Se me ocurren otros lugares y otras formas más placenteras para desestresarme, pero lo tendré en cuenta... Ja, ja, ja ;-)

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