lunes, abril 19, 2010

Mi hipocondria, tu hipocondria

El domingo, después de un agradable paseo con los niños y la parada obligatoria en el parque, Roberto miró a Alonso con afecto y solidaridad.
-Esta semana me he acordado mucho de ti -comentó mi hermano con seriedad.
-¿Y eso? -preguntó Alonso.
-He tenido un fuerte dolor de estómago...
-¿Cómo el que tuve yo el año pasado?
-Sí. Estaba tan preocupado que me fui a urgencias; me hicieron un análisis, una ecografía... Vamos, un chequeo general...
-¿Verdad que es un dolor horroroso?
-Ahora te entiendo, barajé la opción de un cáncer, una disfunción intestinal...
-Yo estaba convencido de que era un tumor maligno. Además, coincidió con el bulto que me salió en el brazo y pensé que había llegado el momento de seguir la luz blanca del final del túnel.
-No me extraña. Esta semana me harán más pruebas... El problema es que en la clínica creen que soy un hipocondríaco.
Virginia y yo mirábamos atónitas el estado médico-depresivo de nuestras parejas.
-Lo malo es ir una vez a la consulta-suspiró Alonso-, empiezan a buscar y a rebuscar y siempre encuentran algo...
-Sí, es como cuando vas al dentista -explicó Virginia-. De pronto descubren mil fallos bucales.
-Ay, yo mañana tengo limpieza de boca -dije a media voz.
-¡¡Dentistas, dentistas!! ¡¡Por favor, que estamos hablando de tumores!! ¡¡Dentistas, dentistas!! -gritó Alonso en pleno ataque hipocondríaco.
-Ahora en la clínica -explicó Roberto- ofrecen el "Bono Platino" para hacerte un súper chequeo... Te lo miran "to". Yo ya me lo he pedido como regalo de los cuarenta.
-¡Qué buena idea! -asintió mi husband.
Virginia y yo planeamos diluir unos lexatines en sus bebidas, pero aguantamos la tentación.
De vuelta a casa, Alonso cogió el móvli y llamó a Roberto.
-Bueno, y no te he contado que cuando fui al oftalmólogo con mi madre me dijo que el glaucoma era muy hereditario...
-¡No me jodas!
-Sí, fíjate qué horror, se podía haber callado porque desde que me lo ha dicho he empezado a ver mal. ¡Pero si siempre he tenido una vista de lince!
-¡Qué putada, cuñado, qué putada!

No hay comentarios:

Publicar un comentario