miércoles, marzo 28, 2007
Dulces sueños
Noche de insomnio. Alonso ronca como un guerrero de Termópilas, Diego oculta sus sueños bajo el edredón y Álvaro gira por la cama como si estuviera buscando un tesoro escondido. "Me los voy a comer", pienso según admiro sus dulces sueños y en ese momento siento un instante de felicidad, de tranquilidad. Me apetece parar el tiempo y conservar esa imagen de mis hombres recuperando las fuerzas perdidas. Les beso con cautela para no perturbarles y bajo al cuarto de estar. Después de mucho pensarlo me decido por "Elsa y Fred", una película española que me ha prestado Manuel, un compañero de trabajo. La elección ha sido perfecta y disfruto en la oscuridad del fantástico film. A las cuatro, me obligo a ir a la cama y, antes de dejarme seducir por los brazos de Morfeo, vuelvo a admirar la fase onírica de mis hombres. Soy feliz.
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