sábado, febrero 07, 2009

¿Estás enfadada?

-Mamá, no te enfades, tengo dos noticias que darte -dijo Diego al verme entrar en el colegio.
-¿Una buena y otra mala? -pregunté con intriga.
-No, las dos malas.
-Venga, empieza...
-He perdido abrigo. Lo dejé colgado en clase y ha desaparecido.
-Pues con el frío que hace... ¿Y la segunda noticia?
-No te enfades. He suspendido inglés.
-¿¿¿Qué???
-Sí, he sacado un 3,5.
-¿¿¿Qué??? No lo entiendo pero si estuviste estudiando cinco días con tu padre. Os voy a matar a los dos.
-Bueno, papá no tiene la culpa.
-¿Cómo que no?
-No te enfades.
-Ya estoy enfadada.
-Me equivoqué con los temas y estudiamos los que no entraban en el examen.
-Yo te mato. El viernes castigado sin ir a casa de ningún amigo, pensaré si vas el sábado al fútbol y olvídate de la tele, la wii y demás aparatos. ¡Y como no aparezca el abrigo te cojo el dinero de la hucha!
-Estás enfadada...
-Sí, y mucho.
Esa noche Diego y Álvaro, temiendo mi enfado, hicieron rápidamente los deberes, colocaron su ropa, no se pelearon... Una maravilla.
-Mamá, tengo dos noticias que darte -dijo Diego al verme entrar en el colegio.
-¿Una buena y otra mala? -pregunté con preocupación.
-No, las dos buenas.
-Venga, empieza...
-He encotrado el abrigo y he sacado un 7,5 en matemáticas.
-Dame un beso, tontorrón. Así me gusta. Muy bien, cielo.
-¿Me vas a levantar el castigo?
-Lo siento, pero no, así la próxima vez no te equivocas con el temario que debes estudiar.
-Eres un diablo, bueno no, una diabla.
-Diablesa, corazón, se dice diablesa.

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