martes, septiembre 15, 2009

Reunión de amigas del Saint-Dominique


Una voz ronca salió por mi boca a primera hora de la mañana del domingo.
-¡Buenos días! -exclamé al estilo garganta profunda.
Los niños me miraron atónitos.
-Mamá, ¿tienes gripe A?
Giré la cabeza negativamente.
-No, he debido coger frío... -mentí inocentemente con mi voz masculina.
¿Cómo les iba a decir que estaba afónica por gritar como una loca "vivir así es morir de amor..." de Camilo Sesto a las cuatro de la mañana en la súper fiesta que montó Esther Lillo para reunir a todas las compañeras del Saint-Dominique? ¡Que una tiene que mantener su imagen!
La aventura comenzó gracias a internet. Sin darnos cuenta empezamos a contactar varias compañeras del colegio, los mails volaron con la información de los últimos años y las ganas de vernos se multiplicaron. Esther, la gran anfitriona, dispuso todo para la gran reunión.
Allí aparecimos casi todas, casi todas divinas, con 22 años sobre nuestras espaldas y mil aventuras que contar -unas buenas y otras malas, cosas de la vida- pero con la alegría de reconocernos (¡ay, qué dudas tenía antes de llegar!).
Unos breves datos de cada una de nosotras (estado civil, hijos, perros, trabajo...) rompieron el hielo y surgieron las risas entre copas, canapés y fotos, sobre todo de Marisa que ejerció de reportera gráfica.
A las dos de la mañana -la fiesta se inició a las ocho como cuando éramos pequeñas y celebrábamos un cumpleaños- los efectos del alcohol y la ilusión hicieron su aparición. La música ochentera desató nuestra locura. Bailamos por el local, secundamos con pasión a Nacha Pop, Camilo Sesto, Nena... corrimos de izquierda a derecha y de arriba a abajo como nos mandaba una canción (no recuerdo el nombre del cantante), clic, clic, se oía de fondo alguna cámara de fotos (por Dios, cuidadito con esas imágenes)... Un leve descanso, una copa, más risas...
Algunas abandonaron el local (¡sobre todo las del B, ay, la próxima vez no os dejo) y la juerga continuó hasta que nos echaron...
Bajo la lluvia fina que caía en la calle surgió la pregunta: "¿Dónde vamos?", "¡pero si son las cuatro y media de la mañana, ahora está todo cerrado!"
La noche nos obligó a despedirnos y prometimos repetir el evento antes de los próximos veinte años. ¡Que así sea!

  • Súper premio para Esther que organizó la fiesta y montó un emotivo power point con imágenes de ayer y de hoy.
  • Premio especial para Ángeles y Almudena que vinieron desde París y Valencia... Fantásticas
  • Premio general para todas por estar tan divinas. ¡Faltaría!

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