miércoles, mayo 19, 2010

Será un sueño


Recuerdo los tórridos veranos de mi infancia. En cuanto salía un rayo de sol acudía con mis padres al Canal de Isabel II, complejo deportivo con pistas de tenis, piscina...-. Junto a mis amigos jugaba al pilla-pilla, a polis y cacos o al escondite y sofocábamos el calor con rápidos chapuzones en la piscina. De la fuente cercana al puesto de helados no paraba de manar agua fresca. Allí todos apagaban su sed. Menos yo. Los miraba perpleja y recordaba la palabras de "La Mendo", mi profesora de física: "las fuentes siempre tienen el mismo agua que circula a través de los vasos comunicantes". Cuando descubrí que esa teoría se aplicaba a las fuentes decorativas y no a las de beber ya era adicta a la coca-cola light.
Mi innata ingenuidad me hizo ser admiradora secreta de Clarín. Me encantaba su personalidad y su gran logro: haber conseguido durante tanto tiempo que su alias no quedara en el olvido. Leopoldo alias Clarín. En un examen de literatura, además de quitarme un punto, Milagros Alejándrez, la profe de lengua, tachó mis palabras con boli rojo y escribió: "Leopoldo Alas, Clarín". Callé mis dudas, investigué y descubrí que Clarín era su seudónimo y  Alas, el apellido.
Aquella desilusión se apagó una tarde que paseaba con mi abuela por Rosales y sin saber cómo le relaté el secreto que me había desvelado una amiga en el patio. Abuela, dije con voz apagada, ¿sabes que existe una piedra que si miras por ella ves a todo el mundo desnudo? Mi abuela empezó a reír y me contagié de sus risas. Al cabo de unos días, decidí cambiar de amiga. Siempre olvidaba la piedra en casa.

Con los años parte de mi ingenuidad se ha quedado en el camino, pero aún quedan reminiscencias. Por ejemplo, no sé si seré ingenua, pero creo que hoy ganará la Copa del Rey el Atlético de Madrid. ¿Será un sueño, ingenuidad o certeza?

2 comentarios:

  1. Anónimo4:38 a. m.

    No es un problema de ingenuidad, tan sólo es que como el Rey no nos daba la Copa, pues se la dejamos al Sevilla para que se la diera el Príncipe. Todavía hay clases.....

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  2. Buena explicación aunque... ¡Me hubiese encantado que el Príncipe, atlético de corazón, nos diera la Copa!, je, je

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