martes, junio 16, 2009

San Fermín del Rocío

Boleros de fondo, la piscina en el jardín, el sol abrasador... "¡El verano ya está aquí!" grité en mitad de la cocina mientras preparaba un delicioso salmorejo y una ensaladilla rusa ("pa chuparse los dedos"). Decidido, hoy me salto la dieta, ¡qué disfruten mis lorcillas! La emoción me tenía pletórica hasta que descubrí de qué debían ir disfrazados mis hijos en la fiesta de fin de curso: Diego de sanfermín y Álvaro de rociero. ¡Toma ya! Vamos, que a puntito estuvo el salmorejo de convertirse en gazpacho antes de que me diera el soponcio. Céntrate, Emma, céntrate, me dije según picaba los huevos duros de la ensaladilla, que tú puedes con esto y con mucho más, querida. Dejé el salmorejo y la ensaladilla enfriar en la nevera y partí con la visa en mano a la busca de un pantalón blanco, una camiseta, unas zapatillas... Misión cumplida. Lo sencillo estaba apañado pero aún me quedaba lo peor: el pañuelito de sanfermín y el traje de rociero (¡con lo que odio las sevillanas!). Menos mal que las amigas siempre te solucionan los problemas: Yolanda me dejó un pantalón negro, Conchi me compró el sombrero, encontré un fajín rojo en mi baúl de disfraces... Ay, y dónde consigo el pañuelito...
Por la noche Alonso y yo atacamos al salmorejo y la ensaladilla.
-Emma, está todo buenísimo...
-Ya.
-¿Qué te ocurre?
-El pañuelo.
-¿Qué pañuelo?
-El que necesita Diego para su disfraz de fin de curso...
-Por cierto, mañana tengo una presentación con los de turismo de Navarra.
-¡¡¡El pañuelo!!!
-Pero, ¿qué te pasa con el pañuelo?
-Que Diego tiene que ir de sanfermin.
-Y...
-Pues mañana pídeles a los de Navarra que te den un pañuelo...
-Emma, cada día estás peor.
-O me consigues el pañuelo o no comes salmorejo en todo el verano.
-Bueno, tú tranquila... -suspiró rebañando las últimas gotitas de mi delicioso salmorejo.


Preguntas con misterio:
  • ¿Conseguirá el pañuelo?
  • ¿Es cierto que los de sanfermín también llevan un pañuelo rojo atado a la cintura? (¡que me va a dar algo!)
  • ¿Terminaré yo atada a la silla de un loquero?

Tantas preguntas y tan pocas respuestas...

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